Son algunas respuestas de Libertad Lamarque en reportajes periodísticos en diarios y revistas de distintas etapas de su vida, y de ésta manera conocer a una Liber distinta, una Liber mujer, lejos de la cantante o la actriz, una LIBERTAD EN BLANCO Y NEGRO:
* “...El público es bastante conservador conmigo y no me deja cambiar. Tal vez porque les recuerdo a sus parientes, a una época que ha quedado atrás, a su juventud....”
* “...Hace tiempo ya que el oído de los jóvenes se viene embruteciendo con una música ensordecedora que, por suerte, no perdura pero molesta, irrita. Admiro a Los Beatles; algunas de sus canciones me parecen geniales. ¡Del resto qué puedo decirle! Vivimos en la era del jingle: todos los chicos tararean la marca del desodorante o de una longaniza...”
* “...Cuando se produjo el terremoto en Managua, en Nochebuena del ‘72, me impresioné mucho, sobre todo luego de ver la foto de una nenita cuyo cuerpo había sido desplazado muchos kilómetros hasta caer sin vida en una playa. En aquel momento quise morirme, tuve una extraña sensación: no me importaba desaparecer del planeta. Desde entonces opté por dejar de leer los periódicos y vivo mejor...”
* “...No quiero que la gente siga preguntando si le pegué una cachetada o no a Evita. Todo fue muy distinto... Ella no cumplía con su trabajo. Y eso a mí me molestaba. Por su retraso en la filmación de La cabalgata del circo yo debía esperar horas y horas. Eva, mientras todo el grupo de trabajo estaba ya en el set, se quedaba almorzando con el director de la película o el productor. Siempre estaba rodeada de hombres del ambiente. Estaba todo listo para rodar la escena y ella no aparecía. Llegó un momento en que nos agotamos. Hugo del Carril prefirió quedarse de pie, pero yo me fui a sentar, allí mismo, sin moverme de mi sitio. De pronto alguien dijo ‘ahí viene Eva’ y se alborotó el avispero. Por primera vez le dirigí la palabra. Haciendo una enorme reverencia, doblándome en dos todo lo que pude, lo que me permitía el corsé que lucía durante el rodaje, le dije: ‘Buenas tardes...’ Lo dije así, con furia, desde el alma. Ella se frotó las manos y, un poco nerviosa, miró a un lado y al otro y dijo ‘Bueno, vamos...’ De alguna manera, gracias a mi pelea con Evita, conquisté América. De no haber sido así, Libertad Lamarque hubiera quedado en el anonimato...”
* “...Me gustan las películas decentes. Los temas muy realistas sobre sexo me ruborizan. Admiro el desnudo artístico. El desnudo de a dos, en movimiento, francamente no me entretiene. Añoro el misterio, la magia del beso robado, el encanto de la sutileza (...) Igual que esas bikinis tan chiquititas. ¿Qué se gana mostrando la mitad de la nalga?...”
* “...¿Con quién bailé mi último tango? Ah, si, con Maximiliano Guerra. Con él bailé mi último tango...”
* “...Y cómo no voy a saber besar... Ahora las escenas son difíciles. Tengo entendido que en las telenovelas exigen abrir la boca. Antes, los besos eran con la boca cerrada...”
* “...Hace tiempo ya que el oído de los jóvenes se viene embruteciendo con una música ensordecedora que, por suerte, no perdura pero molesta, irrita. Admiro a Los Beatles; algunas de sus canciones me parecen geniales. ¡Del resto qué puedo decirle! Vivimos en la era del jingle: todos los chicos tararean la marca del desodorante o de una longaniza...”
* “...Cuando se produjo el terremoto en Managua, en Nochebuena del ‘72, me impresioné mucho, sobre todo luego de ver la foto de una nenita cuyo cuerpo había sido desplazado muchos kilómetros hasta caer sin vida en una playa. En aquel momento quise morirme, tuve una extraña sensación: no me importaba desaparecer del planeta. Desde entonces opté por dejar de leer los periódicos y vivo mejor...”
* “...No quiero que la gente siga preguntando si le pegué una cachetada o no a Evita. Todo fue muy distinto... Ella no cumplía con su trabajo. Y eso a mí me molestaba. Por su retraso en la filmación de La cabalgata del circo yo debía esperar horas y horas. Eva, mientras todo el grupo de trabajo estaba ya en el set, se quedaba almorzando con el director de la película o el productor. Siempre estaba rodeada de hombres del ambiente. Estaba todo listo para rodar la escena y ella no aparecía. Llegó un momento en que nos agotamos. Hugo del Carril prefirió quedarse de pie, pero yo me fui a sentar, allí mismo, sin moverme de mi sitio. De pronto alguien dijo ‘ahí viene Eva’ y se alborotó el avispero. Por primera vez le dirigí la palabra. Haciendo una enorme reverencia, doblándome en dos todo lo que pude, lo que me permitía el corsé que lucía durante el rodaje, le dije: ‘Buenas tardes...’ Lo dije así, con furia, desde el alma. Ella se frotó las manos y, un poco nerviosa, miró a un lado y al otro y dijo ‘Bueno, vamos...’ De alguna manera, gracias a mi pelea con Evita, conquisté América. De no haber sido así, Libertad Lamarque hubiera quedado en el anonimato...”
* “...Me gustan las películas decentes. Los temas muy realistas sobre sexo me ruborizan. Admiro el desnudo artístico. El desnudo de a dos, en movimiento, francamente no me entretiene. Añoro el misterio, la magia del beso robado, el encanto de la sutileza (...) Igual que esas bikinis tan chiquititas. ¿Qué se gana mostrando la mitad de la nalga?...”
* “...¿Con quién bailé mi último tango? Ah, si, con Maximiliano Guerra. Con él bailé mi último tango...”
* “...Y cómo no voy a saber besar... Ahora las escenas son difíciles. Tengo entendido que en las telenovelas exigen abrir la boca. Antes, los besos eran con la boca cerrada...”
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